MEDICAMENTOS JUDICIALIZADOS EN ECUADOR

 



El miércoles 6 de agosto del 2025, el periodista Henry Dueñas (Ayudame Henry), hizo un reportaje en vivo desde las afueras del Hospital Teodoro Maldonado Carbo, con un grupo de pacientes que reclamaban sus medicamentos para el tratamiento de enfermedades autoinmunes. Llamó la atención que los pacientes habían llevado carteles hechos con cartulina y marcadores gruesos. En uno de los carteles se podía leer claramente el nombre de tres medicamentos en su denominación genérica: Vedolizumab, Adalimumab y Ustekinumab.

Pueden ver el reportaje en el siguiente enlace:

https://youtu.be/2vwm7eA6yl0?si=ykyRHuv9IyAac1iv

Hicimos la investigación, y estos tres medicamentos eran anticuerpos monoclonales, que son la última generación en el arsenal terapéutico para el tratamiento del cáncer y de las enfermedades autoinmunes. Una característica común para este tipo de medicamentos es que son medicamentos extremadamente costosos.

Adicionalmente, se verificó su inclusión en el Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos, sin encontrarse registro alguno. Debemos recordar que los hospitales públicos (MSP e IESS) solo están obligados a comprar los medicamentos de este cuadro.

Se asume entonces, en concordancia con lo discutido, que al ser exigidos por pacientes de un hospital público y no estar en el cuadro básico, se trata de un grupo de medicamentos denominados judicializados.

No hay una definición formal de "medicamento judicializado" en Ecuador, pero se puede definir como un medicamento cuya provisión, financiamiento y entrega a un paciente es ordenada por un juez mediante una sentencia judicial, a pesar de no estar incluido en el Cuadro Nacional de Medicamentos Básicos (CNMB) o de que la autoridad sanitaria se ha negado a proveerlo por otras razones administrativas o presupuestarias.

Componentes clave de la definición

La definición de "medicamento judicializado" se basa en tres elementos interrelacionados:

  • Vía Judicial: La característica principal es que la orden para adquirir y entregar el medicamento proviene del poder judicial, no del poder ejecutivo (Ministerio de Salud Pública). Esto ocurre, generalmente, a través de una acción de protección o una medida cautelar interpuesta por el paciente.

  • Decisión Administrativa Previa: La acción judicial se activa después de que el sistema de salud (público o privado) ha negado el acceso al medicamento. Esta negativa suele basarse en la falta de inclusión del fármaco en el CNMB, en la falta de presupuesto o en la no priorización de ese tratamiento específico.

  • Conflicto de Normas: El conflicto surge entre la norma administrativa (el CNMB, que regula qué medicamentos debe proveer el Estado) y la norma constitucional (el derecho a la salud y a la vida). El juez, en su rol de garante de los derechos fundamentales, prioriza la Constitución sobre la normativa administrativa.

El alto costo de los anticuerpos monoclonales es un problema real y relevante. Cuando un paciente o un sistema de salud no pueden costear estos tratamientos, las alternativas se vuelven un tema crítico.

Alternativas para pacientes que no pueden costear el tratamiento

Lamentablemente, no hay una solución única y la situación depende mucho del país y del tipo de enfermedad. Sin embargo, algunas opciones que los pacientes pueden explorar son:

  • Programas de asistencia de laboratorios farmacéuticos: Muchas compañías que fabrican estos medicamentos tienen programas para ayudar a los pacientes de bajos ingresos o sin seguro a obtener sus productos. Estos programas pueden ofrecer el medicamento a un costo reducido o incluso gratuito.

  • Fundaciones y organizaciones de apoyo a pacientes: Existen fundaciones dedicadas a enfermedades específicas (como el cáncer o enfermedades autoinmunes) que pueden ofrecer ayuda financiera o conectar a los pacientes con recursos que les permitan acceder al tratamiento.

  • Ensayos clínicos: Participar en un ensayo clínico es una opción que permite a los pacientes acceder a nuevos tratamientos (incluidos los monoclonales) de forma gratuita. Los ensayos buscan probar la seguridad y eficacia de un medicamento, y los participantes reciben el tratamiento y un seguimiento médico riguroso sin costo. Esta opción, sin embargo, conlleva riesgos, ya que no se garantiza la eficacia del tratamiento y puede haber efectos secundarios desconocidos.

  • Medicamentos biosimilares: Un biosimilar es una versión muy similar a un medicamento biológico ya aprobado. Al igual que los genéricos de los medicamentos tradicionales, los biosimilares son más baratos y pueden ofrecer una alternativa asequible cuando están disponibles. Sin embargo, no todos los monoclonales tienen un biosimilar en el mercado.

¿Cómo se trataban estos pacientes antes?

Antes de la llegada de los anticuerpos monoclonales, el tratamiento para las enfermedades que ahora curan o mejoran era muy diferente y, a menudo, menos específico y con más efectos secundarios.

  • Para el cáncer: Los tratamientos principales eran la quimioterapia, la radioterapia y la cirugía. La quimioterapia, por ejemplo, ataca las células de rápido crecimiento, lo que incluye tanto a las células cancerosas como a las sanas (como las del cabello, la médula ósea y el sistema digestivo). Esto explica por qué la quimioterapia tiene efectos secundarios tan fuertes como la caída del cabello, la fatiga y las náuseas.

  • Para enfermedades autoinmunes: Los pacientes eran tratados principalmente con corticosteroides y medicamentos inmunosupresores tradicionales. Estos medicamentos reducen la inflamación o suprimen el sistema inmunológico en general, lo que ayuda a controlar los síntomas. Sin embargo, esta supresión inmunológica generalizada deja al paciente más vulnerable a las infecciones y otros efectos secundarios graves.

La principal ventaja de los anticuerpos monoclonales es su especificidad. En lugar de atacar todo el cuerpo, se dirigen a un objetivo molecular específico. Esto los hace mucho más eficaces y con menos efectos secundarios sistémicos, aunque no están exentos de riesgos. Por eso, a pesar de su costo, su llegada ha sido un cambio radical y un gran avance para la calidad de vida de muchos pacientes.


Siempre ha sido motivo de discusión el costo de los tratamiento con quimioterapia y radioterapia en pacientes cuya cáncer está muy avanzado y que además no tienen la posibilidad económica de pagar el tratamiento, y para los cuales posiblemente un tratamiento paliativo de sus dolores, por ejemplo con morfina, es financieramente mas viable de acuerdo a su realidad económica

Esta es una de las discusiones éticas y económicas más difíciles en el ámbito de la oncología y la salud pública. La situación que se describe, donde un paciente con cáncer avanzado enfrenta un tratamiento costoso, agresivo y que quizás no sea curativo, mientras que los cuidados paliativos ofrecen una alternativa más asequible y humana, es una realidad compleja y dolorosa.

Aquí hay una explicación más detallada de los puntos que se mencionan y las consideraciones que se hacen en esta situación:

1. Cáncer avanzado y el objetivo del tratamiento

En el cáncer avanzado (metástasis), la quimioterapia y la radioterapia rara vez tienen una intención curativa. En cambio, se utilizan con un propósito paliativo. Es decir, su objetivo es:

  • Prolongar la vida del paciente por un período limitado.

  • Mejorar su calidad de vida al reducir los síntomas del cáncer (como el dolor causado por un tumor que presiona un nervio o un órgano).

  • Reducir la velocidad del crecimiento del tumor.

El problema surge cuando la toxicidad y el costo de estos tratamientos superan los beneficios que el paciente podría obtener. Un tratamiento intensivo puede llevar a más tiempo en el hospital, efectos secundarios debilitantes y, en última instancia, una calidad de vida muy pobre en los últimos meses o semanas.

2. Cuidados paliativos: Un enfoque diferente

Los cuidados paliativos se centran en el alivio del sufrimiento y la mejora de la calidad de vida de los pacientes y sus familias. No tienen como objetivo curar la enfermedad, sino gestionar los síntomas físicos (como el dolor, las náuseas, la fatiga) y ofrecer apoyo psicológico, social y espiritual.

En el caso que se menciona, un tratamiento de control del dolor con morfina es un componente fundamental de los cuidados paliativos. Es una intervención que puede ofrecer un alivio significativo y permitir que el paciente tenga un final de vida más confortable y digno. A nivel económico, el costo de este tipo de terapia suele ser significativamente menor que el de la quimioterapia o la radioterapia.

3. El dilema ético y económico

El dilema se presenta de la siguiente manera:

  • Para el paciente sin recursos: La quimioterapia o radioterapia pueden ser inaccesibles. La única opción económicamente viable es la atención paliativa. La falta de acceso a un tratamiento que podría prolongar la vida, aunque sea por poco tiempo, genera una profunda injusticia.

  • Para los sistemas de salud nacionales: Los sistemas de salud deben equilibrar los recursos limitados. Financiar tratamientos extremadamente caros para pacientes con pronósticos muy desfavorables puede desviar fondos de otros servicios esenciales. Por ello, a menudo se establecen protocolos estrictos para decidir quién es elegible para estos tratamientos de alto costo en etapas avanzadas.

4. La conversación honesta y la toma de decisiones

Una de las partes más importantes de esta situación es la conversación abierta y honesta entre el médico, el paciente y su familia. El oncólogo debe explicar de manera clara y compasiva:

  • El estado actual de la enfermedad.

  • El pronóstico con y sin el tratamiento.

  • Los objetivos del tratamiento (si es curativo o paliativo).

  • Los riesgos, efectos secundarios y costos del tratamiento.

  • Las alternativas, incluyendo los cuidados paliativos.

El objetivo de esta conversación no es forzar una decisión, sino capacitar al paciente para que tome una decisión informada que esté alineada con sus valores, sus deseos y, lamentablemente, su realidad económica. Elegir un camino de cuidados paliativos no es "darse por vencido", sino elegir una calidad de vida sobre una prolongación de la vida que podría estar llena de sufrimiento.

En conclusión, la situación que se plantea subraya una de las tensiones más difíciles en la medicina moderna: el choque entre el avance científico (con tratamientos costosos y complejos) y la realidad socioeconómica de los pacientes. El camino de los cuidados paliativos, aunque a veces se percibe como una "derrota", es una opción valiosa, digna y humana que debe ser considerada seriamente cuando las opciones de tratamiento curativo o de prolongación de la vida no son viables o deseables.


Un sistema de salud muy deficitario como en Ecuador donde los hospitales públicos tienen muchos problemas para brindar atención básica, muy difícilmente puede plantearse proveer de terapias de última generación costosas para el tratamiento del cáncer y enfermedades autoinmunes

Esta es una realidad compartida por muchos países en desarrollo y resume un dilema central en la salud pública global: la tensión entre las necesidades básicas de salud de la población y el acceso a la medicina de alta tecnología.

Revisemos esta situación desglosada en varios puntos clave:

1. El dilema de la inversión en salud

En un sistema de salud con déficits crónicos como el de Ecuador, los recursos son limitados y cada dólar invertido en un área significa un dólar menos para otra. La prioridad natural de cualquier sistema de salud es garantizar la atención básica y la salud preventiva (vacunas, control de enfermedades infecciosas, atención materno-infantil, etc.) que afectan a la mayor parte de la población y tienen el potencial de salvar más vidas por menos dinero.

Proveer terapias de última generación como los anticuerpos monoclonales para el cáncer o las enfermedades autoinmunes, que a menudo benefician a un grupo más reducido de pacientes y a un costo astronómico, se convierte en un desafío casi insuperable. El debate ético es si es justo destinar millones de dólares a unos pocos pacientes, mientras que las necesidades básicas de salud de millones no están cubiertas.

2. El costo social y económico de las enfermedades crónicas

A pesar de las dificultades, el cáncer y las enfermedades autoinmunes no pueden ser ignorados. La incidencia de estas enfermedades está en aumento a nivel global. Dejar a los pacientes sin tratamiento no solo es inhumano, sino que también tiene un costo social y económico a largo plazo.

  • Pérdida de fuerza laboral: Muchos de estos pacientes están en edad productiva. Su incapacidad para trabajar afecta a sus familias y a la economía del país.

  • Carga para los servicios de salud: Un paciente con cáncer avanzado que no recibe tratamiento adecuado puede terminar necesitando servicios de emergencia costosos con mayor frecuencia. Los cuidados paliativos, aunque más económicos que la quimioterapia, también requieren recursos.

  • Agravamiento de las desigualdades: La falta de acceso a estos tratamientos en el sector público crea una brecha enorme. Solo aquellos con recursos económicos para acceder a la medicina privada, o que tienen acceso a un seguro de salud muy completo, pueden recibir estos tratamientos. Esto profundiza las desigualdades sociales.

3. Soluciones intermedias y estrategias de adaptación

Dado este panorama, los sistemas de salud en países como Ecuador no pueden simplemente renunciar a la medicina de vanguardia. En cambio, deben adoptar estrategias más pragmáticas:

  • Priorización y criterios de elegibilidad: Es probable que los sistemas de salud públicos establezcan criterios estrictos para el uso de estos medicamentos. Se priorizan los casos donde el tratamiento tiene la mayor probabilidad de éxito (por ejemplo, pacientes con un tipo específico de cáncer en una etapa temprana, o pacientes que no han respondido a otros tratamientos menos costosos).

  • Negociación de precios: Los gobiernos pueden negociar directamente con las compañías farmacéuticas para obtener precios más bajos. A menudo, el poder de compra de un gobierno nacional permite descuentos significativos.

  • Apoyo de organizaciones internacionales: Organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) pueden colaborar con el Ministerio de Salud Pública para establecer programas de acceso a medicamentos, especialmente para cáncer infantil, como ha ocurrido en el pasado. También pueden promover el uso de medicamentos biosimilares, que son una opción más económica una vez que la patente del medicamento original ha expirado.

  • Ensayos clínicos y alianzas: La participación en ensayos clínicos internacionales puede ser una forma de que los pacientes reciban tratamientos de última generación de forma gratuita. Esto, además, ayuda a generar conocimiento y a formar personal médico local.

En conclusión, el comentario que se puede hacer es que la situación que planteas es una cruda realidad que obliga a los sistemas de salud a tomar decisiones difíciles. La solución no está en ignorar la medicina de vanguardia, sino en encontrar un equilibrio, priorizando las necesidades más urgentes, negociando los costos y buscando alternativas que, aunque no ofrezcan la misma gama de opciones que en los países más ricos, permitan brindar una atención digna y efectiva a la mayor cantidad posible de pacientes.


Como tratan los seguros privados la problemática cuando un paciente requiere un tratamiento de última generación muy costoso

Los seguros de salud privados son la principal vía de acceso a estos tratamientos costosos en países donde el sistema público tiene limitaciones. La forma en que manejan esta problemática es compleja y generalmente sigue un modelo de riesgo y beneficio que está definido en sus pólizas.

Veamos un resumen de cómo los seguros privados suelen abordar la cobertura de tratamientos de última generación muy costosos:

1. Nivel de Cobertura y Topes

La principal herramienta de los seguros privados es la definición del nivel de cobertura y los topes máximos. En la mayoría de los casos, la cantidad que el seguro cubrirá está limitada por la póliza que el cliente ha contratado.

  • Pólizas de alta cobertura: Estos planes están diseñados para cubrir enfermedades graves y costosas, a menudo con topes de cobertura muy altos (por ejemplo, $100,000, $500,000 o incluso más por año o por enfermedad). Son los planes que tienen más probabilidades de cubrir tratamientos como los anticuerpos monoclonales, pero a cambio, tienen primas (pagos mensuales) muy elevadas.

  • Pólizas básicas o de baja cobertura: Estos planes son más accesibles, pero sus topes de cobertura son mucho más bajos. Es muy probable que el costo de un tratamiento de última generación supere con creces el límite de estos planes, dejando al paciente con un gasto de bolsillo inmanejable.

2. Deducibles y Coaseguro

Incluso en las pólizas de alta cobertura, el paciente raramente está exento de pagar una parte del costo.

  • Deducible: Es la cantidad de dinero que el paciente debe pagar de su propio bolsillo antes de que la aseguradora comience a cubrir los gastos.

  • Coaseguro: Una vez que se ha pagado el deducible, el seguro no cubre el 100% de los gastos. El paciente debe pagar un porcentaje del costo total (por ejemplo, el 10% o 20%), y el seguro cubre el resto.

Para un tratamiento de $200,000, incluso un coaseguro del 10% representaría un gasto de $20,000 para el paciente, lo cual sigue siendo una suma considerable.

3. Exclusiones y Periodos de Carencia

Las compañías de seguros se protegen financieramente mediante cláusulas en sus contratos:

  • Periodos de carencia: Es un tiempo estipulado (por ejemplo, 90 días, 180 días o incluso un año) durante el cual el seguro no cubre ciertos tratamientos o enfermedades, especialmente las preexistentes o las más costosas. Esto evita que una persona compre un seguro solo cuando ya tiene un diagnóstico costoso.

  • Exclusiones: Algunas pólizas pueden excluir explícitamente ciertos tipos de tratamientos o enfermedades, como tratamientos experimentales, terapias genéticas, o incluso algunas drogas biológicas que no estén en su lista de medicamentos aprobados.

4. Redes de Prestadores y Aprobación Previa

Los seguros de salud tienen "redes" de hospitales y médicos con los que han negociado precios. Para que el seguro cubra el tratamiento en su totalidad (o en la parte más alta), el paciente debe ser atendido en un hospital y por un especialista dentro de esa red.

Además, para tratamientos muy costosos, la compañía de seguros exige una aprobación previa. El médico debe presentar un plan de tratamiento completo, y la aseguradora revisa la documentación para asegurarse de que el tratamiento es médicamente necesario y que se adhiere a sus propias políticas de cobertura antes de autorizar el pago. Este proceso puede ser burocrático y generar retrasos.

5. ¿Qué sucede cuando el tratamiento no está cubierto?

Si el paciente no tiene un seguro adecuado, la póliza tiene un tope que se ha superado, o el tratamiento ha sido negado, las opciones son muy limitadas y, en muchos casos, similares a las del sistema de salud público:

  • Afrontar el costo de manera privada: Algo que muy pocos pueden permitirse.

  • Buscar asistencia de organizaciones de pacientes o programas de ayuda de laboratorios: Como se mencionó anteriormente.

  • Participar en ensayos clínicos: Si hay uno disponible y el paciente califica.

  • Cambiar a cuidados paliativos: Si el tratamiento curativo o de prolongación de vida no es una opción viable.

En resumen, los seguros privados, a través de sus pólizas, ofrecen una vía para acceder a estos costosos tratamientos, pero lo hacen bajo un modelo de cobertura segmentada y responsabilidad compartida (con deducibles y coaseguro). El acceso real a la medicina de última generación a través de un seguro privado depende casi por completo de la capacidad económica del paciente para pagar una prima lo suficientemente alta y, aún así, prepararse para un gasto considerable de su propio bolsillo.


Es un hecho generalizado que, a medida que un paciente de un seguro de salud privado envejece, el valor de su prima aumenta y, en algunos casos, la cobertura puede reducirse o tener más restricciones. 

Este fenómeno se debe a una serie de factores relacionados con el riesgo y la rentabilidad que manejan las aseguradoras.

Aumento de la Prima

El principal motivo del incremento del valor de la prima es el aumento del riesgo de enfermedad. Estadísticamente, las personas mayores tienen una mayor probabilidad de padecer enfermedades crónicas, requerir cirugías, tratamientos prolongados y, en general, utilizar con más frecuencia los servicios de salud. Este mayor uso de servicios médicos se traduce en mayores costos para la aseguradora, que transfiere ese riesgo al cliente a través de una prima más alta.

El incremento no es arbitrario. Por lo general, está regulado por la autoridad de control de seguros y se calcula con base en tablas de mortalidad y morbilidad que son específicas para cada rango de edad.

Reducción o Restricción de la Cobertura

Aunque no es una práctica universal, es común que las pólizas de seguro de salud privado impongan restricciones a medida que el asegurado envejece. Esto puede manifestarse de varias maneras:

  • Periodos de carencia más largos: Para ciertas enfermedades o procedimientos, se pueden aplicar periodos de carencia más largos para los asegurados de mayor edad.

  • Aumento de deducibles y coaseguros: El paciente puede tener que asumir un mayor porcentaje de los costos totales, lo que reduce la carga financiera de la aseguradora.

  • Exclusión de enfermedades preexistentes: Aunque las leyes en muchos países prohíben la exclusión de condiciones preexistentes, las pólizas pueden tener cláusulas que no cubren nuevas enfermedades relacionadas con la edad.

  • Tope máximo de cobertura: Algunas pólizas pueden establecer un límite anual o de por vida para los gastos médicos, lo cual puede ser alcanzado rápidamente con tratamientos costosos.

En algunos casos extremos, las aseguradoras pueden incluso negarse a renovar una póliza a partir de cierta edad o si el paciente desarrolla una enfermedad crónica de alto costo. Este es uno de los mayores problemas que enfrentan los adultos mayores en el sistema de salud privado.

Esta situación hace que muchos adultos mayores se encuentren en una posición vulnerable, donde la necesidad de un seguro de salud es mayor, pero el acceso a una cobertura asequible y completa se vuelve cada vez más difícil. Es un factor importante en el debate sobre la equidad y la sostenibilidad de los sistemas de salud.




Un padre de familia con una enfermedad muy costosa tiene un gran dilema, endeudarse y posiblemente dejar endeudada a su familia para cubrir un tratamiento por el cual tal vez gane unos cuantos años mas de vida o escoger un tratamiento paliativo menos costoso y no comprometer la economía de su familia

Esa situación es, sin duda, uno de los dilemas más difíciles y dolorosos que una persona y su familia pueden enfrentar. No es solo un problema médico o financiero; es una cuestión profundamente ética y personal que toca los valores más fundamentales de la vida, la familia y la dignidad.

Un dilema sin respuesta "correcta"

No existe una respuesta única o "correcta" para este dilema. La decisión depende enteramente de los valores y prioridades del paciente y su familia. Aquí te presento una serie de reflexiones que suelen ser importantes en este tipo de situaciones:

  1. La calidad de vida frente a la cantidad de vida: El tratamiento costoso puede ofrecer una extensión de la vida, pero es crucial preguntarse: ¿qué tipo de vida se puede esperar? A menudo, los tratamientos agresivos tienen efectos secundarios debilitantes que reducen significativamente la calidad de vida. El paciente podría pasar los años o meses adicionales luchando contra el tratamiento en lugar de disfrutar del tiempo con sus seres queridos. Un enfoque paliativo, en cambio, se centra en aliviar el sufrimiento, lo que puede permitir una vida más plena y cómoda, aunque sea más corta.

  2. El bienestar de la familia: Un padre de familia, al tomar esta decisión, no solo considera su propio destino, sino también el de su familia. Endeudarse para el tratamiento podría asegurar unos años más de vida, pero a costa de dejar a su familia en una situación financiera precaria por décadas. Esto puede afectar la educación de los hijos, la estabilidad de la pareja y la seguridad económica del hogar. Es un acto de amor y responsabilidad considerar si el legado más valioso que puede dejar es una herencia financiera o una lección de resiliencia y amor incondicional, incluso en la adversidad.

  3. La esperanza realista: A menudo, la esperanza es un factor que impulsa a las personas a elegir el tratamiento más costoso. Sin embargo, es vital que esta esperanza sea realista. Los médicos deben ser honestos sobre el pronóstico, la probabilidad de éxito del tratamiento y las expectativas de vida. Aferrarse a una esperanza irreal puede llevar a un gran sufrimiento y a una deuda innecesaria. En este punto, la comunicación abierta entre el paciente, la familia y el equipo médico es fundamental.

  4. Dignidad y autonomía: El paciente tiene el derecho de tomar sus propias decisiones sobre su cuerpo y su vida. La elección de rechazar un tratamiento por razones financieras y personales no es un acto de "rendirse", sino un ejercicio de su autonomía para elegir la forma en que quiere vivir sus últimos días y el legado que desea dejar.

La importancia del apoyo

Este dilema no debe ser enfrentado en soledad. Es vital que el paciente busque el apoyo de:

  • Su familia: La decisión debe tomarse en conjunto, con conversaciones francas sobre los miedos, las esperanzas y las realidades financieras.

  • Médicos y especialistas: Para entender los pros y los contras médicos de cada opción.

  • Trabajadores sociales o psicólogos: Profesionales que pueden ayudar a la familia a procesar las emociones y a encontrar recursos alternativos o programas de asistencia.

La situación es trágica porque el amor por la familia se pone en conflicto directo con el deseo de vivir. En última instancia, la decisión de un padre de familia de elegir un tratamiento paliativo para no comprometer económicamente a su familia es una de las muestras más grandes de amor y desinterés que se puede hacer. Es una elección que prioriza el bienestar a largo plazo de sus seres queridos por encima de su propia lucha personal, y es un acto de coraje y sacrificio que merece el mayor de los respetos.


Volviendo a los medicamentos judicializados en Ecuador

En Ecuador, donde las sentencias judiciales obligan a la autoridad sanitaria a proveer medicamentos que no están en el Cuadro Básico, es un fenómeno que se observa en varios países de la región y plantea un debate complejo. Es un choque entre el derecho individual a la salud y la gestión de la salud pública.

Aquí hay una reflexión para el juez y para las autoridades, con el fin de entender el problema y buscar soluciones.

Reflexión para el Juez

El juez que emite estas sentencias actúa bajo un mandato constitucional: garantizar el derecho a la salud y a la vida. Desde esta perspectiva, la decisión del juez es coherente con su función principal.

  • El Derecho Individual vs. la Política Pública: Para el juez, el caso que tiene delante no es una abstracción de política pública, sino la vida de una persona real. La falta de un medicamento en el Cuadro Básico no es una justificación suficiente para negar a un ciudadano un tratamiento que puede salvarle la vida o mejorar su calidad de vida. La inmediatez y la urgencia de la vida del paciente prevalecen sobre las consideraciones administrativas y económicas del sistema de salud.

  • El Rol del Poder Judicial: Los jueces se convierten en la última instancia para proteger a los ciudadanos cuando el sistema administrativo (en este caso, el Ministerio de Salud) falla en proveer un servicio esencial. Esta judicialización de la salud es un reflejo de la desconfianza en la capacidad de las autoridades sanitarias para tomar decisiones justas y oportunas.

  • Una Solución, un Problema: Aunque la decisión judicial es favorable para el paciente, también puede generar un problema mayor. Al ordenar la compra de un medicamento costoso para un individuo, el juez no considera el impacto en el presupuesto de salud y cómo esa decisión podría afectar a miles de otros pacientes que necesitan atención básica. Esto lleva a una situación de "justicia selectiva", donde el derecho de un paciente se garantiza a costa del posible desfinanciamiento de otros programas de salud.

Reflexión para las Autoridades de Salud

Para las autoridades, el problema es inmanejable porque la judicialización crea un sistema de toma de decisiones paralelo que ignora la planificación, el presupuesto y los criterios técnicos que sustentan la gestión de la salud pública.

  • Evitar la Judicialización: La mejor manera de evitar que los jueces sigan tomando estas decisiones es mejorar la capacidad técnica y administrativa del sistema de salud. La judicialización es un síntoma de un problema más profundo.

  • Actualización del Cuadro Básico de Medicamentos: El Cuadro Básico debe ser un documento vivo y actualizado. Las autoridades deben implementar un proceso transparente y eficiente para evaluar y, si es necesario, incorporar nuevos medicamentos de última generación, especialmente aquellos que han demostrado ser costo-efectivos. Si el Cuadro Básico refleja las mejores prácticas médicas y las realidades del mercado, habrá menos necesidad de que los pacientes recurran a la justicia.

  • Transparencia y Criterios Claros: Se deben establecer criterios claros y públicos sobre cómo se toman las decisiones de cobertura de medicamentos. Por ejemplo, definir en qué casos un medicamento caro se considera costo-efectivo para el sistema. Esto reduce la percepción de arbitrariedad y da a los jueces una base sólida sobre la cual tomar decisiones, si fuera necesario.

  • Creación de un Fondo para Medicamentos de Alto Costo: Los sistemas de salud pueden considerar la creación de un fondo especial, con reglas claras de acceso y financiación, para cubrir medicamentos que, por su alto costo, no pueden ser incluidos en el presupuesto regular. Esto permite manejar la demanda de manera más estructurada y equitativa.

  • Involucrar a la Sociedad Civil: Es crucial involucrar a asociaciones de pacientes, médicos especialistas y expertos en salud pública en el proceso de toma de decisiones. Esto no solo legitima el proceso, sino que también garantiza que las necesidades reales de los pacientes sean escuchadas y consideradas.

En conclusión, para el juez, el foco está en la justicia individual y la protección de los derechos constitucionales. Para las autoridades, el reto es construir un sistema de salud que sea lo suficientemente robusto y justo para que los pacientes no necesiten recurrir a los tribunales. La solución a este problema no es culpar al poder judicial, sino fortalecer y modernizar el poder ejecutivo para que cumpla con sus obligaciones de una manera más eficaz, transparente y equitativa.


Revisemos las experiencias de otros países para el tratamiento de este problema


EXPERIENCIA DE ALEMANIA

1. El modelo de "Sickness Funds" (Cajas de Enfermedad)

A diferencia de un sistema de salud público único, Alemania tiene un sistema de "Sickness Funds" (Gesetzliche Krankenversicherung - GKV) que son fondos de seguro de enfermedad sin fines de lucro, la mayoría de la población está obligada a afiliarse a uno. Este sistema se financia con contribuciones obligatorias que se calculan como un porcentaje del salario, pagado por el empleador y el empleado. Esto garantiza que una parte significativa de los ingresos de la población se destine al sistema de salud.

2. El rol del "Fondo de Salud" (Gesundheitsfonds)

Un punto central del sistema alemán es el Fondo de Salud, un mecanismo centralizado donde se recaudan todas las contribuciones. Luego, este fondo distribuye el dinero entre las diferentes cajas de enfermedad de acuerdo con un "ajuste de riesgo", lo que significa que las cajas que tienen más miembros enfermos o de mayor edad reciben más dinero para cubrir sus costos. Esto evita que una caja de enfermedad evite afiliar a pacientes con enfermedades crónicas o costosas.

3. Mecanismos de Evaluación y Negociación de Precios

Aquí radica la principal diferencia con la problemática que discutimos anteriormente. En Alemania, el acceso a los medicamentos de alto costo no se determina por una sentencia judicial, sino por un proceso técnico y transparente:

  • Evaluación de beneficios: El Comité Federal Conjunto (G-BA), un organismo que incluye a representantes de médicos, hospitales y aseguradoras, evalúa si un nuevo medicamento (como un anticuerpo monoclonal) ofrece un "beneficio adicional" significativo en comparación con los tratamientos existentes.

  • Negociación de precios: Si se determina que el medicamento ofrece un beneficio adicional, la Asociación Nacional de las Cajas de Enfermedad (que representa a todas las aseguradoras) negocia un precio con la compañía farmacéutica. Esta negociación se basa en el beneficio clínico demostrado y en los precios del medicamento en otros mercados europeos. La clave es que es una negociación colectiva, lo que le da un gran poder de compra al sistema de salud.

  • Precio de referencia: Si un medicamento no demuestra un beneficio adicional significativo sobre los tratamientos existentes, se le asigna un "precio de referencia". La aseguradora solo reembolsará hasta ese precio, y si el paciente quiere un medicamento más caro, debe pagar la diferencia.

4. Conclusión

En resumen, la reflexión que se puede hacer a partir del modelo alemán es que la solución al problema de los medicamentos costosos no está en la judicialización, sino en un sistema robusto y bien planificado de evaluación, negociación y financiación.

El modelo alemán demuestra que es posible:

  • Garantizar el acceso: La mayoría de la población tiene acceso a los medicamentos de última generación, siempre que se demuestre su efectividad.

  • Controlar los costos: Los precios no son determinados unilateralmente por las farmacéuticas, sino que son el resultado de una negociación colectiva basada en el valor clínico.

  • Evitar la judicialización: Al tener un proceso claro y transparente para la inclusión de medicamentos, se minimiza la necesidad de que los pacientes recurran a los tribunales.

Esto contrasta fuertemente con la situación en países como Ecuador, donde la falta de un mecanismo institucionalizado para la evaluación y compra de estos fármacos deja un vacío que es llenado por el poder judicial. El modelo alemán no está exento de críticas, pero su enfoque metódico ofrece una vía para gestionar la innovación médica sin desestabilizar el sistema de salud.

Cuidado del adulto mayor con enfermedad terminal en Alemania

La política de cuidado del adulto mayor con enfermedad terminal en Alemania se basa en un sistema de seguridad social integral que garantiza el acceso a cuidados paliativos y de hospicio para todos los ciudadanos. A diferencia de otros sistemas, el enfoque alemán está menos centrado en el costo y más en la calidad de vida y la dignidad del paciente al final de la vida.

Principios Fundamentales

  • Derecho a los cuidados paliativos: La ley alemana garantiza el derecho a recibir cuidados paliativos a todos los pacientes con enfermedades graves e incurables. El objetivo es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida, sin centrarse en la curación.

  • Financiamiento público: La mayoría de estos servicios están cubiertos por el seguro de enfermedad obligatorio (GKV), que financia tanto la atención médica como los servicios de enfermería. Esto elimina la barrera financiera para la mayoría de la población.

  • Autonomía del paciente: La ley alemana otorga una gran importancia a la voluntad del paciente. A través de un testamento vital o directiva anticipada (Patientenverfügung), los pacientes pueden dejar por escrito sus deseos sobre los tratamientos que quieren o no recibir, y los médicos están legalmente obligados a respetar estas directivas.

Tipos de Cuidado

El sistema alemán ofrece una variedad de opciones para el cuidado de enfermos terminales, adaptadas a las necesidades del paciente y la familia:

  • Cuidados paliativos domiciliarios especializados (SAPV): Equipos de médicos y enfermeras capacitados en cuidados paliativos visitan al paciente en casa. Este servicio es completamente cubierto por el seguro y está diseñado para permitir que los pacientes pasen sus últimos días en su entorno familiar.

  • Servicios de hospicio (stationäre Hospize): Para pacientes que no pueden ser atendidos en casa, los hospicios ofrecen un entorno tranquilo y de apoyo. El 90% de los costos de estos centros son cubiertos por el seguro de enfermedad y el 10% restante por el fondo de enfermería, lo que garantiza que los pacientes no tengan que pagar de su bolsillo.

  • Unidades de cuidados paliativos en hospitales (Palliativstationen): Los hospitales también tienen unidades especializadas para casos más complejos o en etapas avanzadas de la enfermedad, donde se requiere una atención médica más intensiva antes de que el paciente pueda regresar a casa o ir a un hospicio.

En resumen, la política alemana se enfoca en un acceso universal y sin costo directo a cuidados paliativos de alta calidad, respetando la voluntad del paciente y priorizando su dignidad y confort.


EXPERIENCIA DE ESTADOS UNIDOS

La experiencia de Estados Unidos aporta una perspectiva muy diferente y crucial para entender la problemática de los medicamentos de alto costo. A diferencia de un sistema universal como el de Alemania, el modelo estadounidense es un mercado fragmentado, lo que genera sus propios desafíos y lecciones.

1. Sistema Fragmentado y Basado en el Mercado

El sistema de salud de Estados Unidos se basa principalmente en seguros privados, ya sean a través del empleador o comprados individualmente. También existen programas gubernamentales como Medicare para personas mayores de 65 años y Medicaid para personas de bajos ingresos.

  • Poder de negociación: En lugar de un solo comprador nacional, hay miles de aseguradoras privadas, cada una con su propio poder de negociación con las compañías farmacéuticas. Esto significa que los precios de los medicamentos pueden variar enormemente entre diferentes planes de seguro.

  • Formularios de medicamentos: Cada aseguradora mantiene un "formulario" o lista de medicamentos cubiertos. Los fármacos de última generación y de alto costo suelen estar en niveles especiales de este formulario, lo que significa que el paciente tiene que pagar un copago o coaseguro mucho más alto.

2. Mecanismos para Controlar Costos

Las aseguradoras privadas en EE. UU. utilizan varios mecanismos para manejar el alto costo de los medicamentos, lo que a menudo se traduce en barreras para el paciente:

  • Autorización previa: Para medicamentos muy caros, el médico debe obtener una aprobación previa de la aseguradora. Este proceso, conocido como "prior authorization", puede ser burocrático y causar retrasos en el inicio del tratamiento.

  • Terapia escalonada: Las aseguradoras pueden requerir que el paciente primero pruebe un medicamento más barato y tradicional. Solo si este no funciona, la aseguradora aprobará el medicamento de mayor costo. Esto puede prolongar el sufrimiento del paciente y retrasar el tratamiento más efectivo.

  • Programas de asistencia a pacientes: Al igual que en otros países, las compañías farmacéuticas ofrecen programas de asistencia para ayudar a los pacientes a pagar sus copagos. Esto reduce la carga del paciente, pero también ha sido criticado por perpetuar los altos precios de los medicamentos, ya que las aseguradoras no tienen un incentivo para negociar precios más bajos.

3. Judicialización y Acceso Dispar

A pesar del enfoque de mercado, la judicialización de la salud también ocurre en EE. UU., aunque de una manera diferente. Los pacientes pueden demandar a sus aseguradoras por negación de cobertura. Sin embargo, este es un proceso costoso y largo, y no es una vía viable para la mayoría de las personas.

La mayor contribución de la experiencia estadounidense es mostrar las profundas desigualdades en el acceso a la atención médica que puede generar un sistema impulsado por el mercado. Un paciente con un seguro de salud excelente puede obtener los tratamientos más avanzados sin grandes problemas, mientras que otro, con un seguro de menor calidad o sin seguro, puede enfrentarse a costos exorbitantes que lo llevan a la bancarrota. Esto contrasta con los sistemas universales que, aunque con sus propios problemas, buscan garantizar un acceso más equitativo.

Los costos de los seguros de Salud en Estados Unidos

No hay un solo costo promedio, ya que los precios de los seguros de salud en Estados Unidos varían enormemente. Sin embargo, para un seguro de salud considerado "excelente", los costos son significativamente más altos que la media.

Un plan "excelente" se refiere a una cobertura de alta gama, que generalmente corresponde a los planes Platinum en el mercado de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA, por sus siglas en inglés) o a planes PPO de alta calidad en el seguro provisto por el empleador. Estos planes se caracterizan por tener primas mensuales muy altas pero deducibles bajos y copagos mínimos, lo que reduce drásticamente el gasto de bolsillo del paciente en caso de una enfermedad grave.

Costos promedio de una póliza excelente

Los siguientes son promedios estimados, que pueden variar según la edad, la ubicación y el tipo de plan:

  • Para un individuo: La prima mensual puede oscilar entre $900 y más de $2,500.

  • Para una familia: El costo puede ser de $2,500 o más al mes, fácilmente superando los $30,000 al año.

Factores que influyen en el costo

Además de la calidad del plan, los siguientes factores tienen un gran impacto en el precio:

  • Edad: Los costos de las primas aumentan de manera significativa a medida que el asegurado envejece.

  • Ubicación: Los precios varían según el estado y la región, debido a la competencia entre aseguradoras y el costo de la vida.

  • Tipo de plan: Los planes PPO (Preferred Provider Organization) que ofrecen más flexibilidad para elegir médicos, suelen ser más caros que los planes HMO (Health Maintenance Organization) que restringen la elección a una red específica.

  • Tabaco: Los fumadores pueden pagar primas hasta un 50% más altas.

La clave de un seguro excelente no es solo la prima alta, sino los bajos costos de bolsillo que garantizan una cobertura casi total para tratamientos caros como los que mencionamos, lo que brinda una seguridad financiera crucial ante una enfermedad grave

Medicare y el cáncer

Medicare, el programa de seguro de salud del gobierno de los Estados Unidos para personas de 65 años o más, tiene una política integral para adultos mayores con enfermedades catastróficas y terminales como el cáncer. Sin embargo, la cobertura no es ilimitada y los costos para el paciente pueden variar significativamente según el plan específico.

Cobertura de Medicare para el Cáncer

Medicare divide la cobertura del cáncer en sus diferentes partes:

  • Medicare Parte A (seguro de hospital): Cubre los servicios para pacientes hospitalizados, como cirugías, estadías en el hospital y cuidados en un centro de enfermería especializada.

  • Medicare Parte B (seguro médico): Cubre los servicios ambulatorios, que son el pilar del tratamiento del cáncer. Esto incluye las visitas al médico, la quimioterapia intravenosa, la radioterapia, los medicamentos administrados por un médico, los análisis de sangre y las pruebas de diagnóstico por imágenes.

  • Medicare Parte D (cobertura de medicamentos recetados): Cubre los medicamentos que el paciente se administra a sí mismo en casa, como las quimioterapias orales y los medicamentos de apoyo.

  • Medicare Advantage (Parte C): Estos son planes ofrecidos por aseguradoras privadas que deben proporcionar, como mínimo, la misma cobertura que las Partes A y B, y a menudo incluyen la Parte D y beneficios adicionales.

La problemática de los costos y la cobertura "catastrófica"

Medicare, al igual que los seguros privados, requiere que los pacientes paguen deducibles, copagos y coaseguros. Para un tratamiento de cáncer costoso, el gasto puede ser significativo, incluso con un seguro.

  • Parte B: El paciente paga el 20% del costo aprobado por Medicare para la mayoría de los servicios ambulatorios, como la quimioterapia y la radioterapia, después de haber pagado su deducible anual. Este 20% puede ascender a miles de dólares para tratamientos de alto costo.

  • Parte D (Medicamentos): Los medicamentos de última generación, como los anticuerpos monoclonales orales, a menudo se encuentran en el nivel más alto de los planes de la Parte D, lo que significa que los pacientes pagan un copago alto. Sin embargo, para 2025, la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) ha establecido un límite de $2,000 anuales en los gastos de bolsillo de los pacientes para medicamentos recetados cubiertos por la Parte D. Una vez que un paciente alcanza este límite, entra en la fase de cobertura catastrófica y no tiene que pagar más por sus medicamentos recetados cubiertos por el resto del año.

La política de cuidados paliativos y de hospicio

Para los pacientes con una enfermedad terminal, Medicare ofrece una política muy clara:

  • Hospicio: Medicare cubre los cuidados de hospicio cuando un médico certifica que el paciente tiene una expectativa de vida de seis meses o menos. El enfoque pasa de la cura a la calidad de vida y el alivio del dolor.

  • Cobertura total: La cobertura de hospicio de Medicare es muy amplia. Cubre los servicios de un equipo de hospicio (médicos, enfermeras, trabajadores sociales, etc.), los medicamentos para el control del dolor, el equipo médico duradero y los suministros médicos. En general, el paciente paga muy poco o nada por estos servicios.

  • Elección del paciente: Al elegir el beneficio de hospicio, el paciente renuncia a la cobertura de Medicare para el tratamiento curativo del cáncer, pero puede reanudar el tratamiento curativo si decide salir del hospicio.

En resumen, la política de Medicare para los adultos mayores con cáncer es una combinación de cobertura amplia pero con costos compartidos para tratamientos curativos, y una cobertura casi total para los cuidados de hospicio en la etapa terminal. El sistema busca equilibrar el acceso a tratamientos avanzados con la necesidad de gestionar los gastos del paciente y del programa.


En Ecuador, ante el reclamo de pacientes por medicamentos para el tratamiento de enfermedades catastróficas, se anuncia la importación de un monto importante de estos medicamentos con la inversión económica que esto representa. Al mismo tiempo cierra un hospital de niños por falta de pagos por pacientes derivados a ese hospital, se les debe dinero a las dializadoras, los hospitales públicos se encuentran tomados por las mafias que manejan las compras de medicamentos e insumos médicos y su estado es calamitoso, los pacientes se siguen quejando por la falta de medicinas. Frente a este panorama la experiencia de Alemania Estados Unidos que puede aportar como camino de solución a estos graves problemas

Este panorama en Ecuador,  es un claro ejemplo de la crisis en la gestión de la salud pública.

 La experiencia de Alemania y Estados Unidos, aunque con modelos de salud muy diferentes, puede aportar lecciones importantes para un camino de solución.

Lo que aporta la experiencia de Alemania

El modelo alemán, basado en la organización y la planificación centralizada, ofrece un camino para la gestión eficiente y equitativa de los recursos.

  1. Evaluación de Tecnologías y Negociación de Precios: En lugar de comprar medicamentos por emergencia o por orden judicial, Alemania utiliza un proceso estructurado para evaluar el beneficio real de los medicamentos de alto costo. El Comité Federal Conjunto (G-BA) evalúa la efectividad de un fármaco, y si se aprueba, se negocia el precio a nivel nacional. Esto evita la compra desordenada y asegura que la inversión tenga un retorno clínico. Ecuador podría crear un comité similar para tomar decisiones basadas en evidencia y no en presiones externas.

  2. Sistema de Seguro Social Sólido: El modelo de "Cajas de Enfermedad" (Sickness Funds) con financiamiento obligatorio a través de los salarios garantiza un flujo constante de fondos. Esto previene la falta de liquidez y las deudas con proveedores, como las dializadoras. Un sistema de seguro social robusto y bien administrado es la base para sostener la inversión en medicamentos y servicios de salud.

Lo que aporta la experiencia de Estados Unidos

Aunque su modelo de mercado es muy distinto, Estados Unidos tiene mecanismos que pueden ser relevantes para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas.

  1. Regulación y Fiscalización Estricta: La FDA (Food and Drug Administration) y otras agencias reguladoras en EE. UU. tienen procesos rigurosos para la aprobación de medicamentos. Además, las agencias gubernamentales y los seguros privados ejercen una fiscalización constante para detectar fraudes. Implementar controles más estrictos en las compras, con auditorías independientes y sanciones severas, podría ser una forma de combatir la corrupción y el control de las mafias en los hospitales.

  2. Transparencia y Denuncia: A pesar de la fragmentación, el sistema estadounidense fomenta la transparencia. La información sobre costos y la calidad de los servicios de salud está disponible públicamente, lo que facilita la fiscalización. Establecer canales de denuncia seguros para los empleados de la salud que atestiguan actos de corrupción es una herramienta vital para sanear el sistema desde dentro.

Conclusión para Ecuador

La situación en Ecuador no requiere una importación de un modelo de salud completo, sino la aplicación de principios fundamentales que ambos modelos exitosos, el alemán y el estadounidense, comparten. Se trata de fortalecer la institucionalidad:

  • Planificación técnica: Establecer un comité técnico que decida qué medicamentos se compran, en lugar de hacerlo por presiones o sentencias judiciales.

  • Transparencia y control: Implementar mecanismos de fiscalización que eviten la corrupción y garanticen que los fondos lleguen a donde deben.

  • Sostenibilidad financiera: Reestructurar el financiamiento de la salud para garantizar un flujo de dinero constante que evite las deudas con proveedores esenciales.

La lección más importante es que la inversión en salud no se trata solo de dinero, sino de cómo se gestiona ese dinero. Un sistema de salud desordenado y corrupto, por más dinero que se le inyecte, no podrá solucionar la falta de medicamentos ni la crisis hospitalaria.


A continuación les comparto un documental de la DW del 2022 titulado:

Los nuevos medicamentos contra el cáncer ¿motivo de esperanza o perjuicio?

Enlace youtube:

https://youtu.be/tTgIJChzAqI?si=AgFlJAmjeJS7dKsd

DW Documental

20 noviembre 2022

Cada año, 500.000 personas enferman de cáncer en Alemania y solo la mitad de los casos tiene cura. La industria farmacéutica no deja de ofrecer nuevos tratamientos, pero ¿qué tan fiables son? 

El sector farmacéutico investiga sin descanso sobre el cáncer. Continuamente llegan al mercado nuevos productos que brindan a los pacientes la esperanza de una vida más larga y sin dolor. O que representan, incluso, su única esperanza de cura. Muchos se comercializan de forma apresurada y se describen como grandes avances con mecanismos novedosos: terapia hormonal selectiva, terapia con anticuerpos, genoterapia... El gasto en medicamentos contra el cáncer se ha incrementado un 50 por ciento en los últimos años, hasta superar los 8.600 millones de euros en 2019. Es un mercado rentable para la industria farmacéutica y la mayor partida de gastos en medicamentos. Sin embargo, la tasa de supervivencia no está aumentando tanto como se esperaba. "En el mercado hay cada vez más medicamentos aprobados de forma apresurada con cada vez menos certeza sobre su verdadero beneficio. Y estamos gastando elevadas sumas de dinero por ellos”, denuncia Wolf-Dieter Ludwig, presidente de la Comisión de Medicamentos del Colegio Médico Alemán.

 ¿Qué sabemos sobre los nuevos medicamentos contra el cáncer, sus efectos, sus beneficios y sus perjuicios? ¿Qué tan bien se investigan antes de salir al mercado? ¿Quién controla su implementación? Este documental muestra cuál es la situación actual y busca respuestas.



El documental aborda el tema de los nuevos medicamentos contra el cáncer, analizando si representan una fuente de esperanza o si tienen aspectos perjudiciales. A continuación, se presenta un resumen de los puntos principales:

Innovación y esperanza

  • Aparición de nuevos medicamentos: Se menciona que uno de cada dos pacientes con cáncer puede curarse, pero para aquellos con enfermedades terminales, los medicamentos modernos ofrecen la promesa de vivir más y mejor [00:10].

  • Terapias dirigidas: Las nuevas terapias inmunológicas y de anticuerpos bloquean los mecanismos de las células tumorales de forma más precisa que la quimioterapia [04:57].

  • Caso de Marion Ring: A Marion le diagnosticaron cáncer de sangre crónico incurable en 2007. Después de que la quimioterapia dejara de funcionar, su esperanza se basó en los nuevos medicamentos contra el cáncer, específicamente un inhibidor de enzima llamado Ibrutinib [03:38].

Críticas y preocupaciones

  • Aprobación acelerada: El documental critica que muchos medicamentos son aprobados de forma acelerada, a menudo después de la fase 2 de ensayos clínicos, con menos certezas sobre su beneficio real [01:20]. El 28% de los medicamentos oncológicos lanzados desde 2015 pasaron por este proceso acelerado [20:55].

  • Eficacia y efectos secundarios: Se destaca que no siempre se sabe si un medicamento funcionará [00:53]. El análisis de 71 medicamentos oncológicos en 2014 mostró que los nuevos activos solo prolongaban la vida en un promedio de poco más de dos meses [16:50]. Además, el estudio de aprobación de Ibrutinib se basó en solo 195 sujetos, por lo que no se detectaron efectos secundarios raros pero graves, como los que sufrió Marion Ring [14:03].

  • El estatus de "medicamento huérfano": El estatus de "medicamento huérfano", diseñado para incentivar la investigación de enfermedades raras, ha sido concedido a medicamentos como Ibrutinib. A pesar de que la intención es buena, este estatus a menudo se otorga a medicamentos que se vuelven muy rentables [36:28].

  • Altos costos y rentabilidad: Los nuevos medicamentos son significativamente más caros que los antiguos. El gasto en medicamentos contra el cáncer en Alemania aumentó de 230 millones de euros en los 90 a 8,600 millones en 2019 [31:48]. Un medicamento huérfano, Ibrutinib, costó 388 millones de dólares en I+D, pero generó alrededor de 25 mil millones de dólares en ventas para fines de 2019 [36:05].

Retos para el sistema de salud y pacientes

  • Impacto en la supervivencia: El documental señala que, si bien la tasa de supervivencia al cáncer aumentó significativamente (12%) desde finales de los 90 hasta 2007, en los siguientes 10 años, con el uso de estos nuevos medicamentos, solo aumentó un 3% [33:05].

  • Toma de decisiones: La avalancha de nuevos medicamentos hace difícil para los médicos mantenerse al día [06:56] y para los pacientes, tomar decisiones informadas sobre las terapias [08:40]. Se argumenta que los pacientes tienen derecho a tener más información para poder prepararse mejor para los posibles riesgos [24:33].





https://apuntesdoctorluiscarlo.blogspot.com/2025/08/medicamentos-judicializados-en-ecuador.html

MEDICAMENTOS JUDICIALIZADOS EN ECUADOR

En un mundo donde la ciencia médica avanza a pasos agigantados, nos encontramos con un dilema que nos golpea de lleno: ¿qué sucede cuando la esperanza de vida tiene un precio inalcanzable? Este artículo explora la cruda realidad de los medicamentos judicializados en Ecuador, un fenómeno donde el derecho a la salud choca de frente con la cruda realidad económica.

A lo largo de este artículo, desentrañaremos cómo los tratamientos de última generación, como los anticuerpos monoclonales, están cambiando el panorama del cáncer y las enfermedades autoinmunes, pero a un costo que muchos sistemas de salud, incluyendo el ecuatoriano, no pueden asumir.

 Hablaremos de la angustia de un padre de familia que debe elegir entre su propia vida y el bienestar financiero de sus seres queridos. Y, lo más importante, analizaremos el papel crucial de los jueces en este drama, quienes, al dictaminar que el Estado debe proveer estos fármacos, han creado una solución para un individuo, pero un problema inmanejable para el sistema.

Invito a una extensa reflexión sobre la justicia, la medicina y la política de salud, y descubre por qué la vida de muchos pacientes hoy depende de una sentencia judicial.


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